El depósito municipal de aguas potables y su sifón
En la esquina situada entre el lavadero del Hondo de las Fuentes y la carretera CV-846 entre Aspe y La Romana, se edificó a finales de 1894 y a instancias del Ayuntamiento la caseta que albergaba el depósito municipal de aguas. Se trata de un modesto edificio con tejado a cuatro vertientes, paredes de mampostería careada y esquineros de sillería; adosados a su espalda todavía se aprecian los restos de una pila-abrevadero para el ganado, así como la entrada del canal que lo abastecía desde las fuentes y pozos situados carretera arriba, en el entorno del Charco de Claudio y la Columna. Se conoce el nombre de los individuos que participaron en su construcción: los trabajos de labra de la piedra fueron efectuados por el cantero Antonio Cremades Bonmatí; las tejas procedían de la cerámica de Ramón Vicedo; puertas, ventanas y demás elementos de madera fueron suministrados por el taller Hijos de Manuel Almodóvar; y los elementos metálicos pertenecían a la herrería de Vicente Almodóvar. El importe de los materiales y mano de obra empleados ascendió a 1247 pesetas.
Desde este punto partía la cañería subterránea que abastecía a las fuentes públicas de la villa. A 70 metros, ya en el lado opuesto del cauce, se encuentra un sifón de bella factura construido en sillería arenisca bien escuadrada, a modo de pequeña estructura torreada de 2,10 m de altura; se articula en dos cuerpos de planta cuadrada de 0,90 x 0,90 m rematados por cornisas. En su cara externa presenta evidencias de haber soportado en algún momento algún tipo de placa o cartela, actualmente desaparecida.